El 31 de Marzo el Ayuntamiento de Iruñea secundó la iniciativa internacional conocida como “La hora del Planeta” apagando una hora las luces de la fachada entre las 20,30 y las 21,30. Para denunciar la hipocresía de esta medida y la implicación de las instituciones navarras en la imposición del Tren de Alta Velocidad, el movimiento de desobediencia civil al TAV Mugitu! ha realizado una acción consistente en proyectar el lema “AHT-TAV EZ” en la fachada del Ayuntamiento mientras ha durado el apagón. Sin embargo, al no apagar las luces del resto de la plaza, ni siquiera con un proyector profesional se ha conseguido ver con claridad el eslógan, lo que nos da idea de lo ridículo de dicho ahorro energético. Esto nos sugiere que esta iniciativa es un claro lavado de cara de las instituciones que promueven tanto las Centrales Térmicas como el TAV, ejemplos evidentes de despilfarro energético. Durante la “proyección” se han repartido 200 hojas informativas explicando los motivos de la acción.
Este apagón eléctrico responde a la iniciativa denominada La Hora del Planeta o La hora de la Tierra promocionada por el World Wide Fund for Nature (WWF). Un evento internacional que se viene celebrando el último sábado de marzo de cada año desde 2007 y que consiste en un apagón eléctrico voluntario, en el que se pide a hogares y empresas que apaguen las luces y otros aparatos eléctricos durante una hora. Con este evento se pretende concienciar a la sociedad sobre la necesidad de adoptar medidas frente al cambio climático y las emisiones contaminantes provocadas por los humanos, así como ahorrar energía y aminorar la contaminación lumínica. No nos sorprende que instituciones como el Parlamento Foral o el Ayuntamiento de Pamplona se sumen a este tipo de iniciativas, al igual que lo hacen a tantas otras como el Día sin coches o el Día de los trabajadores. En realidad, se trata de actos baratos de propaganda con la intención de realizar un lavado de cara de las políticas que llevan a cabo diariamente. En el caso del apagón eléctrico denominado La Hora del planeta, estas instituciones se suman mientras desarrollan políticas y medidas que van claramente en contra de cualquier ahorro energético o disminución de las emisiones contaminantes.